Lula, BRICs, Trump y la multipolaridad
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Lula, BRICs, Trump y la multipolaridad
Por Hiberson Donato da Silva - Observatorio de Relaciones Internacionales Fundación Victoria - Capítulo Geopolítica
La política brasileña posterior a la dictadura, históricamente marcada por el dominio aristocrático y neoliberal en las más altas esferas del poder ejecutivo, experimentó una ruptura de paradigma con la llegada de Luiz Inácio Lula da Silva a la presidencia en 2003. Figura de izquierda, ex metalúrgico y líder del movimiento sindical, involucrado en las manifestaciones por la redemocratización de Brasil, al asumir el cargo de presidente reveló un cambio de directrices: dejó atrás la postura de ajuste fiscal y privatizaciones para instaurar un gobierno con una agenda centrada en la inclusión social y la redistribución del ingreso.
Asimismo, la política exterior pasó a tener un enfoque multipolar, buscando una mayor representatividad de los países emergentes y una voz activa del Sur Global, en contraposición a la dependencia del eje Estados Unidos–Europa. Aún en 2003 se creó el IBAS (Foro de Diálogo India–Brasil–Sudáfrica) con ese propósito, siendo el precursor del BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), como bloque orientado a la reforma de la gobernanza global y a la reducción de la dependencia del FMI y del dólar.
Como consecuencia de estos cambios, una de las respuestas de las élites dominantes fue la reorganización de la derecha y, en particular, de la extrema derecha. En una campaña destinada a vincular las acusaciones de corrupción y la desaceleración del crecimiento económico con el gobierno del Partido de los Trabajadores (PT) y con Dilma Rousseff, sucesora de Lula, se desató una ofensiva anti petista que culminó en un impeachment basado en acusaciones débiles y de sesgo ideológico.
En este momento, siguiendo una tendencia de retorno a la política de poder que llevó a Donald Trump a su primer mandato en los Estados Unidos, Jair Messias Bolsonaro es elegido en Brasil, rompiendo con una línea de tiempo progresista y alineándose automáticamente con los intereses imperialistas.
Trump y el desafío de la multipolaridad
Al asumir su primer mandato, Donald Trump trajo un retorno evidente del realismo ofensivo al escenario global, es decir, la creencia de que un Estado debe maximizar su poder para garantizar su supervivencia. De manera directa, su gobierno se enfrentó a la idea de multipolaridad y cooperación, orientándose hacia la búsqueda de una hegemonía norteamericana mediante la coerción, el poder militar y, más recientemente, la guerra comercial a través de sus conocidas tarifas aduaneras. Su postura de combate a las instituciones multilaterales, como la ONU y la OMC, refleja una fobia a la pérdida de influencia en el escenario global.
Los ataques recientes a los bloques alternativos provienen del intento de mantener el control. En particular, el BRICS mostró, a partir de 2022, un movimiento de intensificación de las negociaciones para el uso oficial de las monedas locales en las transacciones entre sus países miembros, tras las sanciones impuestas a Rusia. Este proyecto enfrenta al dólar como moneda de reserva global, quizá sin un impacto económico significativo a corto plazo, pero con una gran expresión política al demostrar independencia de la arquitectura financiera estadounidense. En respuesta, Estados Unidos utiliza sus tarifas en un intento de frenar el avance del proyecto y desacreditar la iniciativa ante la comunidad internacional, para evitar que se convierta en un ejemplo a seguir.
En especial entre los miembros de este bloque, Brasil, geográfica y económicamente, siempre ha representado un desafío para la influencia estadounidense en Sudamérica. Al tratarse de un país de tamaño continental y de influencia significativa en la región, su escenario político y económico llama la atención de Washington, que ve en este país una gran puerta de entrada o un obstáculo para el dominio regional. De este modo, el liderazgo y el alineamiento ideológico del gobierno brasileño son temas recurrentes en los discursos de Trump.
Protagonismo de Brasil - Lula, Brics y Mercosur
Lula regresa al poder en 2023, retomando una política interna inclusiva y un enfoque multilateral en las relaciones exteriores. Sin embargo, al enfrentarse a la política coercitiva arancelaria de Trump, su gobierno experimenta un impacto directo en las exportaciones agrícolas y mineras hacia Estados Unidos, lo que reduce la competitividad en el mercado norteamericano. Como estrategia, el presidente brasileño busca vías alternativas de diversificación comercial, incrementando el intercambio con países como China, Rusia e India, además de reforzar el discurso de soberanía nacional en contraposición a los intentos de influencia externa. Este movimiento fue percibido de manera positiva por la población y, además de elevar los índices de popularidad, impulsó un aumento en la exportación de algunos productos, como la soja, que alcanzó resultados récord.
Durante este mandato, la expresidenta brasileña Dilma Rousseff asume la presidencia del Nuevo Banco de Desarrollo (NBD), reafirmando el papel de Brasil dentro del bloque. El NBD constituye el núcleo de donde las negociaciones sobre el uso de monedas locales en las transacciones entre los países miembros surgen, así como del financiamiento interno del bloque; es decir, una herramienta que busca contraponer el poder del FMI y, en consecuencia, disminuir la dependencia económica.
Otra línea adoptada es la integración latinoamericana y el fortalecimiento del Mercosur. Al regresar a la presidencia, Lula presentó la propuesta de armonización arancelaria del bloque para evitar su debilitamiento por acciones aisladas de países debido a la política económica de Estados Unidos. En 2024, Lula avanza con las negociaciones para reducir las divergencias arancelarias entre Brasil y Argentina y, aumentando el poder de las negociaciones conjuntas, defiende los acuerdos del bloque con China y propone la creación del Fondo Regional de Compensación Comercial.
En relación con la Unión Europea, la política exterior del presidente ha tenido una buena receptividad, especialmente por parte del presidente de Francia, Emmanuel Macron, con quien comparte discursos entorno a la agenda climática. Sin embargo, sus intentos de avanzar como una voz activa en el acuerdo comercial entre el Mercosur y la UE encuentran en este mismo mandatario un gran opositor, lo que evidencia una tensión entre los intereses comerciales y el proteccionismo agrícola europeo, así como ciertas divergencias estratégicas.
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Stuckert, R. (2025). Palácio do Planalto em Brasília [Fotografía]. Flickr. https://www.flickr.com/photos/palaciodoplanalto/54638998237/
Licencia: CC BY 4.0. https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/
Tendencia neoliberal y democracia interna – Desafíos presentes y futuros
El avance de gobiernos de derecha y centroderecha en Sudamérica contrasta con los dos primeros mandatos de Lula, cuando el ambiente regional era más progresista. Los gobiernos de Peña, Milei y ahora también el de Rodrigo Paz Pereira representan un gran impasse para la integración regional.
Las relaciones entre Brasil y Paraguay se han mantenido estables, especialmente en torno a la renegociación del Anexo C de Itaipú y sus tarifas. Sin embargo, persisten algunas tensiones entre las visiones de ambos gobiernos. Mientras la presidencia paraguaya presiona dentro del Mercosur para lograr una mayor apertura al libre comercio y una postura menos proteccionista, del lado brasileño existe un esfuerzo por fortalecer la integración como respuesta a las crecientes influencias estadounidenses en la región.
Recientemente, el acuerdo de swap por hasta 20 mil millones de dólares firmado entre Argentina y Estados Unidos, junto con las elecciones que refuerzan la base del gobierno de Javier Milei, representan un contragolpe regional de la política imperialista estadounidense, que busca contrarrestar las crecientes inversiones chinas en América del Sur. Al influir internamente en la economía de un país de gran tamaño, se debilita el discurso de autonomía financiera latinoamericana, así como los mecanismos de cooperación del Sur Global y del MERCOSUR.
Además, las declaraciones de Milei sobre el momento inoportuno para que Argentina se una al BRICS, después de la campaña promovida por Brasil hasta 2024, reflejan un alineamiento con la agenda neoliberal que dificulta las articulaciones regionales por parte del gobierno brasileño; es decir, se convierte en un desafío evidente para Lula como representante regional.
También en la agenda ambiental, el avance neoliberal impacta las relaciones regionales. Con la proximidad de la COP30, además de Trump, los presidentes de Argentina y Paraguay afirmaron que no asistirían a la conferencia climática, lo que evidencia una desarticulación regional y reduce el poder de negociación del bloque.
Con la reciente elección de Paz Pereira en Bolivia, se produce una ruptura en la continuidad política, ya que los gobiernos del MAS mantenían un alineamiento con la política exterior impulsada por el actual presidente de Brasil. Con el giro hacia un gobierno más de derecha, aunque no radical, las relaciones diplomáticas deberán ser reajustadas, especialmente en lo referente a las tarifas de suministro de gas, que tienden a aumentar con el objetivo de garantizar una mayor rentabilidad para Bolivia.
En contraposición, el veto brasileño a la adhesión de Venezuela pone de manifiesto la preocupación por la imagen exterior, impactando directamente en la postura “antioccidental” y evidenciando el pragmatismo y los límites normativos. Este comportamiento afecta las relaciones con Nicolás Maduro, quien en respuesta retira a su embajador de Brasil, medida que posteriormente es revertida.
Así, se instaura una relación ambigua con Caracas, basada en un apoyo solidario histórico combinado con una crítica velada y una exigencia de ajustes políticos internos, buscando un equilibrio diplomático y evitando conflictos con India y Sudáfrica, así como el debilitamiento del bloque.
Otro gran desafío del tercer mandato de Lula es la tensión constante entre la reconstrucción de las bases democráticas, el fortalecimiento de las instituciones y el fantasma golpista de los intentos de enero de 2023. Con el país dividido y el éxito en la consolidación de bases duraderas de la extrema derecha, la gobernabilidad y la estabilidad se ven perjudicadas, y sus efectos se hacen presentes en la política internacional. Al mostrarse como un país inestable, las políticas públicas se ven comprometidas y, con ello, la capacidad de sostener proyectos estratégicos en un escenario global cada vez más competitivo.
Entre las principales fuentes de vulnerabilidad sistémica se encuentran el proceso de defensa del expresidente Bolsonaro y la presión de parte de sus aliados por una amnistía no sólo para esta figura, sino también para todos los involucrados en los actos golpistas, así como la presencia del parlamentario e hijo, Eduardo Bolsonaro, en Estados Unidos, articulando con distintos sectores medidas destinadas a presionar al sistema judicial brasileño.
Conclusión - Lula como figura entre el liderazgo y la fragmentación
En este contexto, aunque el discurso de Lula proyecta cierto liderazgo regional progresista y multipolar, la vulnerabilidad del sistema democrático y la presión externa estadounidense afectan la pretensión de autonomía. La falla en mantener al MERCOSUR unido, así como el riesgo de fragmentación ante la ola derechista que atraviesa Sudamérica y especial con Argentina bajo el mandato de Milei, evidencia la susceptibilidad a los ciclos de subordinación en la región y la dificultad de lograr una autonomía colectiva real. La falta de estabilidad interna, sumada a una élite que no es favorable a las reformas propuestas, puede resultar en que el discurso externo de Lula se convierta únicamente en un reflejo diplomático. El potencial es real; sin embargo, los desafíos deben ser enfrentados para que los resultados ante la comunidad internacional sean sólidos y duraderos y puedan evitar un retroceso hacia la dependencia económica de las grandes potencias y del imperialismo estadounidense.
Referencias
AGÊNCIA BRASIL (2025). Lula calls for joint BRICS response to US tariffs. En: https://agenciabrasil.ebc.com.br/en/politica/noticia/2025-08/lula-calls-joint-brics-response-us-tariffs
AgroLatam (2025). Brazil Soybean Exports to Break Record at 110 Million Tons in 2025. En: https://www.agrolatam.com/news/brazil-soybean-exports-record-2025/
Cardoso, F. H., & Faletto, E. (1996). Dependencia y desarrollo en América Latina: ensayo de interpretación sociológica. Buenos Aires: Siglo XXI Editores.
Lima, M. R. S. (2023). The Lula 3.0 Foreign Policy Dialectic. CEBRI‑Revista, 2(5), 79‑95. https://doi.org/10.54827/issn2764‑7897.cebri2023.05.03.04.79‑95.pt
Mearsheimer, J. J. (2001). The tragedy of great‑power politics. Nueva York: W. W. Norton & Company.
Meyerfeld, B. (2025). Lula's thwarted ambitions to place Brazil at the center of the world. En: https://www.lemonde.fr/en/international/article/2024/11/18/lula-s-thwarted-ambitions-to-place-brazil-at-the-center-of-the-world_6733149_4.html
Presidência da República Federativa do Brasil. (2025). Lula on the Mercosur–European Union agreement: Reinforcing multilateralism. En: https://www.gov.br/planaltoaws2019/en/latest-news/2025/06/lula-on-the-mercosur2013european-union-agreement-reinforcing-multilateralism
Taddeo, L. (2025). Alinhado com Milei e Trump, presidente do Paraguai também faltará à COP30. En: https://www.cnnbrasil.com.br/blogs/luciana-taddeo/internacional/alinhado-com-milei-e-trump-presidente-do-paraguai-tambem-faltara-na-cop30/