Argentina-EE.UU.: El neocolonialismo del salvataje financiero
Por Abril De Sábato - Observatorio de Relaciones Internacionales Fundación Victoria - Capítulo Geopolítica
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La reciente inyección financiera y el apoyo político extraordinario que la administración Trump ha brindado a la Argentina de Javier Milei han generado asombro. La pregunta es inevitable: ¿por qué Washington rescata con tanto fervor a un país con el que mantiene una relación económica marginal?
Un ejercicio comparativo es elocuente. El gran salvataje estadounidense en América Latina fue el de México en 1995: un paquete de US$ 50.000 millones para un vecino con una agenda densa y multifacética.
Las cifras hablan por sí solas:
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Comercio bilateral México-EE.UU. (2024): US$ 839.900 millones.
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Comercio bilateral Argentina-EE.UU. (2023): US$ 17.000 millones.
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Inversión estadounidense acumulada en México: más de US$ 150.000 millones.
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Inversión estadounidense acumulada acumulada en Argentina: US$ 12.57 millones. (Cámara Argentina de Comercio y Servicios, 2025)
Frente a estos números, la respuesta trasciende la economía y se hunde en la geopolítica, la injerencia en asuntos soberanos y los intereses de una comunidad de negocios específica.
EI SWAP: Más que un salvavidas, un ancla
Es fundamental analizar el instrumento mismo de la ayuda: un SWAP de divisas de 20 mil millones de dólares, encabezado por el secretario del Tesoro Scott Bessent y gestionado por el ministro de economía Luis Caputo. A diferencia de un crédito tradicional, un SWAP del Tesoro de EE.UU. es un instrumento de política exterior de alto nivel, usualmente reservado para aliados estratégicos en contextos de crisis global. Al concederlo a Argentina, Estados Unidos no solo proporciona liquidez; establece una relación de dependencia financiera directa. Este mecanismo le da a Washington una palanca de influencia inmediata y profunda sobre la política económica argentina, condicionando nuestro futuro financiero a los designios del Departamento del Tesoro norteamericano, el acuerdo firmado el pasado 20 de octubre nos ata a condiciones de las cuales aún desconocemos sus detalles.
A nivel microeconómico, esta dependencia se enmascara bajo una ilusión de estabilidad que, si bien ofrece alivios inmediatos, profundiza la atadura estructural. La intervención que sostiene el tipo de cambio genera una ilusión de menor volatilidad cambiaria, presentando un escenario aparentemente más estable para empresas que requieren insumos importados y que, en teoría, podrían planificar con horizontes de más largo plazo. De la mano de esto, surge la posibilidad de acceder a créditos con tasas más bajas, reactivando el consumo y la inversión en el corto plazo. Para el ciudadano común, esto se traduce en una poderosa ilusión de retornar a costos de vida más estables, con un tipo de cambio anclado y la reaparición de créditos personales e hipotecarios que habían desaparecido. Sin embargo, estos beneficios están supeditados a la permanencia del ancla cambiaria que provee el SWAP, haciendo que toda la estructura de precios relativos y planificación financiera personal y empresarial descanse, no en los fundamentos de la economía argentina, sino en la voluntad política del Tesoro norteamericano.
El botín estratégico: Minerales críticos y la puerta a la Antártida
El apoyo estadounidense no es desinteresado y apunta a recursos estratégicos de valor incalculable ya que, en diciembre del 2024, la OTAN, dió a conocer un listado donde subrayaba "materias primas esenciales" para la producción de armamentos de dicha organización. En esta se incluían minerales presentes en el subsuelo argentino como el aluminio, el cobalto, el litio, las "tierras raras" y el grafito, entre otros elementos (Eleisegui, 2025).
Los minerales de la Patagonia: La Patagonia argentina alberga vastas reservas de estos recursos, esenciales para baterías, chips y tecnología militar. El alineamiento incondicional de Milei garantiza a Estados Unidos un acceso privilegiado y seguro a estos recursos consolidando una cadena de suministro aliada.
Proyección antártica desde Tierra del Fuego: La ubicación de Tierra del Fuego es geoestratégicamente vital. Es la puerta de entrada a la Antártida, un continente rico en recursos y de creciente importancia geopolítica. El control o la influencia sobre la logística y las bases en esta región otorga una proyección de poder inmensa en el Hemisferio Sur. Las tratativas para que EE.UU. se involucre en la base multipropósito de Tierra del Fuego no son una casualidad; son parte de un plan para asegurar una posición hegemónica en la futura disputa por los recursos antárticos y futuras rutas comerciales.
La injerencia como moneda de cambio
Una relación asimétrica se define por una relación de dominio-dependencia que se manifiesta a través de algún grado de obediencia (Sánchez, 1992). Es preocupante el grado de injerencia de EE.UU. en la política interna argentina, particularmente en áreas sensibles. El programa nuclear es el ejemplo más claro: se negocia la privatización por DNU de las 4 centrales nucleares, una decisión estratégica de Estado que sigue a reuniones con asesores de Donald Trump. Argentina está perdiendo capacidades importantísimas de manera sesgada, concediendo en aspectos que dudo tengan que ver con un futuro brillante
Desde Estados Unidos, este esfuerzo se lee en función de la significancia que tiene Argentina en el diseño de la política exterior de Trump. Esto nos lleva a una pregunta incómoda: ¿cuál es el verdadero motivo?
Las tres patas del apoyo estadounidense: un análisis político
Desde el punto de vista de diversos analistas políticos, la ayuda pareciera tener, al menos por ahora, tres objetivos claros:
1. Ayuda electoral: Apuntalar al oficialismo de cara a las elecciones de octubre, y en miras a las presidenciales del 2027, asegurando un resultado positivo para la administración Milei mediante el influjo de recursos y respaldo político. La eficacia de esta estrategia quedó dramáticamente confirmada con los sorpresivos resultados del 28 de octubre. Pese a un contexto de recesión, ajuste fiscal y escándalos de corrupción que obligaron a la renuncia de su candidato estrella en Buenos Aires, el partido de gobierno se impuso incluso en ese bastión opositor. El mecanismo fue claro: el SWAP y el respaldo de Trump generaron la ilusión microeconómica de estabilidad cambiaria y crediticia necesaria para torcer la voluntad popular en el momento preciso. La inmediata reacción de los mercados -con el peso disparado un 10% y los bonos marcando récord (Lissardy, 2025)- у la propia declaración de Trump, quien se adjudicó crédito por la victoria y afirmó "creo que ahora mismo hemos ganado mucho dinero gracias a esas elecciones", exponen el verdadero carácter de esta operación: un salvataje financiero con un objetivo político doméstico explícito.
2. Contar con libre acceso o mínima oposición a la hora de necesitar explorar tierras con minerales estratégicos y buscar ampliar la proyección de poder en el Sur.
3. La cuestión China: Frente a la guerra comercial del siglo, Argentina se ha erigido, de manera voluntaria y entusiasta, como el caballo de Troya de Estados Unidos en América del Sur, un bastión antichino en un tablero regional clave.
El sueño de una Sudamérica a medida
El contexto regional es vital, actualmente podemos considerar como países fuertemente alineados con Washington a El Salvador, Argentina, Ecuador, Paraguay, Bolivia y Perú, pero en los años venideros, estamos ante la posibilidad concreta de una Sudamérica alineada. Con elecciones en Chile (Kast), Colombia (Uribe) y Brasil (Bolsonaro), se avizora un giro político hacia la derecha. En este tablero, Argentina no es un país más: es un miembro del G20 y, ahora, el alumno más aplicado de Washington. Milei no solo ha mostrado un alineamiento fanático; ha realizado gestos concretos, como señala Tokatlian, de una ruptura profunda con alternativas estratégicas:
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Rechazo a los BRICS: Despreciamos una invitación al principal bloque geopolítico alternativo.
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Acercamiento a la OTAN: Solicitamos ser "socios globales", una movida de claro contenido militar.
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Alineación abierta y explícita a los intereses israelíes, tanto en el conflicto con Palestina, como con sus negocios en territorio argentino.
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Ruptura con China: Se canceló la central nuclear con China, se optó por aviones estadounidenses y se frenó la base multipropósito en Tierra del Fuego con participación china, que ahora podría tener a EE.UU. como actor.
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Coincidencia diplomática: La tasa de votos coincidentes con EE.UU. en la ONU superó el récord del menemismo, mientras que fue el año que menos coincidimos con China desde 1971.
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El motivo oculto: la comunidad de negocios y la bicicleta financiera
Sin embargo, existe una capa más profunda. ¿Y si el motivo principal no es puramente político, sino que reside en los negocios? La teoría que gana solidez es que este apoyo sostiene a una comunidad de negocios fondos de inversión y actores financieros- cuyos intereses son representados por figuras como el ministro de Economía, Luis Caputo, y su historial en el mundo de las finanzas (suenan fuerte sus socios y compañeros de JP Morgan). Como sostienen historiadores económicos, quienes históricamente han ganado dinero en Argentina suelen estar vinculados a este tipo de inversión especulativa y de bicicleta financiera, no a la economía productiva. En lo concreto, pareciera incidir más la cuestión de los negocios financieros de los fondos de inversión de EE.UU. y sus socios locales que el respaldo a un programa económico más allá de lo clásico del Fondo Monetario Internacional.
Una alianza contra natura y un mundo que se mueve hacia otro lado
Esta alianza es profundamente esquizofrénica. Como bien ilustra Escudé (1998) en su teoría de triangulación, cuando la potencia hegemónica (Reino Unido) era complementaria con Argentina, el país creció. Cuando el hegemón (EE.UU.) se convirtió en un competidor de nuestras exportaciones primarias, nuestro margen se redujo
"Los norteamericanos no necesitaban nuestros alimentos. En realidad, no nos necesitaban para casi nada, a la vez que podían infligirnos graves daños económicos y financieros, de manera que nuestra dependencia fue total." (Escudé, 2011, p.1).
El mismo autor, en un paper para el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI) en 2011, sostiene que Estados Unidos sufre un declive de poder económico, y la potencia que se perfila para reemplazarlo, la República Popular de China, es complementario con nuestro país y otros de la región, por lo tanto vaticinaba como en la siguiente década, es decir, en tiempo presente, la triangulación lógica sería Estados Unidos, China y Argentina. Y la realidad es tozuda: 8 de cada 10 dólares de exportación argentina en 2022 (nuestro año récord) provinieron de países no occidentales. Somos complementarios de China y competidores de Estados Unidos. La soja, el motor de nuestras divisas, tiene en el gigante asiático su mercado principal. Mientras tanto, el mundo está virando decisivamente hacia Asia. No solo China, sino la India, Indonesia, Japón y Tailandia son los polos del crecimiento económico global del siglo XXI. Este giro se da en un contexto de pérdida relativa de poder de Estados Unidos, cuya participación en el PBI mundial se reduce año a año frente al ascenso asiático.
Conclusión: La victoria efímera y el precio estratégico
Los resultados electorales del 28 de octubre no desmienten el análisis; lo coronan. Son la prueba viviente de que el salvataje financiero estadounidense cumplió su objetivo primario: comprar una victoria política crucial para su aliado, utilizando la palanca del SWAP para manufacturar un espejismo de estabilidad que, literalmente, se cotizó en bolsa. La frase de Trump - "hemos ganado mucho dinero gracias a esas elecciones"- es la definición más cruda de una relación de dependencia: la política interna argentina se ha convertido en un activo financiero para los intereses de Washington.
Sin embargo, esta victoria es profundamente efímera. El mundo no gira hacia un Occidente refundado, sino decisivamente hacia Asia. La ayuda de Trump a Milei es el pago adelantado por servicios geopolíticos y financieros; el dividendo por instalar un bastión ideológico y un paraíso para la especulación, confirmado con el disparo de los bonos. Pero este respiro electoral se compra a un precio estratosférico. Frente a esto, la encrucijada para Argentina y la región no debería ser elegir entre el hegemón del norte o el asiático, porque esa es ya una lógica de derrota. La respuesta estratégica debe ser, precisamente, la profundización de la integración latinoamericana y el fomento de alianz as Sur-Sur, aprovechando las oportunidades de un sistema multipolar. Cualquier Estado que se presente como "salvador" o "protector" combina, detrás de su retórica, varias dimensiones de poder: financiera, geopolítica, militar y simbólica. Todas ellas refuerzan la posición periférica de la región y legitiman un tutelaje imperial. El riesgo para Argentina es monumental: hipotecar su inserción real en el mundo diversa y con clara inclinación hacia el Pacífico- por un abrazo dogmático a una potencia que es nuestro competidor natural. El precio de este salvataje, cuyos detalles aún desconocemos, no es solo dinero: es la soberanía energética, la autonomía estratégica y el futuro productivo de la nación. El éxito electoral de hoy, fabricado en el Tesoro norteamericano, podría ser el último canto del cisne de una Argentina soberana.
Referencias
Cámara Argentina de Comercio y Servicios. (2025). Comunicado EE.UU. 2025. https://cdn.prod.website-files.com/63b4671ba9a3410b46ee0c05/67fd5c03e90eb0da6b0346dd Comunicado%20EE. UU.%202025.pdf
Drazer, M. (2025). Latinoamérica ante Trump: aliados, opositores y dialogantes. En: https://www.dw.com/es/am%C3%A9rica-latina-frente-al-segundo-mandato-de-trump-antiguos-y-nuevos-ejes/a-71449092
Eleisegui, P. (2025). La verdadera razón por la que Trump quiere ayudar a Milei: frenar la avanzada de China. iProfesional. https://www.iprofesional.com/negocios/438046-la-verdadera-razon-por-la-que-trump-quiere-ayudar-a-milei-frenar-la-avanzada-de-china
El Independiente. (2025, 4 de abril). EEUU y México: comercio bilateral enfrenta barreras persistentes. https://elindependiente.mx/economia/2025/04/04/eeuu-y-mexico-comercio-bilateral-enfrenta-barreras-persistentes/#:~:text=El%20comercio%20entre%20Estados%20Unidos%20y%20M %C3%A9xico, Comerciales%20Extranjeras%2C%20publicado%20por%20la%20Ofic ina%20del
Escudé, C. (1998). Gran Bretaña, Estados Unidos y la declinación argentina, 1942- 1949. Editorial Belgrano.
Escudé, C. (2011). China y la inserción internacional de la Argentina (Documento de Trabajo Nro. 462). Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI). https://cari.org.ar/archivo historico digital/pdf/china insercion argentina.pdf
Lissardy, G. (2025). Elecciones legislativas en Argentina: la sorpresiva victoria de Javier Milei que hizo saltar los mercados (y la frase de Donald Trump sobre la ayuda de EE.UU.). BBC News Mundo. https://www.bbc.com/mundo/articles/c9d6gx46pd7o
Sánchez, J. E. (1992). Geografía política: Poder y espacio. Serie Espacios y Sociedades